viernes, 1 de diciembre de 2017

MODELAR

   Ablandar y moldear una masa de color, luego mezclarla con otras y hacer pequeñas piezas hasta crear mundos de plastilina constituye una actividad mucho más compleja e importante de lo que parece, pues contribuye significativamente en el desarrollo de los niños, bien de forma libre o más dirigida,  bajo la supervisión y dirección de los adultos. 
   Jugar con la plastilina conlleva muchos beneficios en el aprendizaje infantil, como estimulador de la creatividad y de la motricidad fina y aumento de la concentración. A la vez que anima a proponerse metas y conseguirlas y ayuda a diferenciar e identificar.
   
   Esta semana  en el aula de 5 años (con ayuda de Sandra, maestra en prácticas) hemos fabricado nuestra propia plastilina casera, que es más blanda y menos tóxica, ya que está hecha 100% con ingredientes comestibles.  

   Se prepara con harina y agua, se amasa un poco hasta que tenga una buena consistencia, para que no se les pegue en las manos, y luego se le echa un poquito de colorante comestible y unas gotas de aceite. 




 Han hecho cosas para el proyecto "Me gusta donde vivo" como la bola del mundo, volcanes, puentes... ¿Los veis?




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