Queridas familias:
¡Lo conseguimos! Después de lágrimas (algunas de peques, otras… no tan peques), abrazos infinitos, manitas agarradas con fuerza y muchos mimos, podemos decir con una gran sonrisa que el período de adaptación ha llegado a su fin.
Vuestros pequeños exploradores ya conocen su clase, a sus profes, sus rincones favoritos y hasta dónde se guarda el tesoro más valioso del día… ¡el plátano de media mañana!.
Han aprendido que mamá y papá siempre vuelven, que en clase se juega, se canta, se descubre y también se abraza cuando hace falta. Y lo más importante: ya se sienten parte de este nuevo mundo lleno de magia y aprendizaje.
Ahora sí, con la mochila llena de curiosidad y los zapatos bien puestos (más o menos), empieza la verdadera aventura. Cada día traerá nuevas palabras, nuevos logros, pequeñas sorpresas y algún que otro calcetín misteriosamente perdido en el camino.
En estos días hemos visto cómo poco a poco se han ido soltando: ya comparten juguetes (a ratitos… pero comparten), se saludan con sonrisas, se buscan en la asamblea y empiezan a construir sus primeras amistades. Cada gesto, cada mirada, cada risa compartida nos dice que el grupo empieza a sentirse como una pequeña gran familia.
Pronto llegarán las primeras pinturas de manos, los cuentos favoritos que habrá que leer “otra vez” (¡y otra, y otra más!), las canciones que se convertirán en banda sonora de sus juegos… y también los días en los que necesitaremos más mimos que palabras. Y ahí estaremos, para cada paso, cada emoción y cada descubrimiento.
Gracias por vuestra confianza, vuestra paciencia y por acompañarnos tan de cerca en este comienzo. Este camino lo recorremos juntos y, aunque no siempre esté libre de tropiezos, os prometemos que irá cargado de momentos inolvidables.
🌟 ¡Lo mejor está por venir! 📚
Con mucho cariño,
💛 El equipo de la clase de 2 años. 🧡
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